Cantata 27, «Wer weiß, wie nahe mir mein Ende?»
La Cantata 27, compuesta para el 16° domingo después de la Trinidad en 1726 (6 de octubre), se centra en el concepto de la muerte, no como una instancia temida sino como un objetivo ansiado.

El evangelio del día (Lucas 7: 11-17) narra la historia del joven de Naín a quien Jesús resucita, conmovido frente al dolor de su madre viuda.
El libreto es anónimo y hay teorías, no comprobadas, de que podría haber sido escrito por el propio Bach. El primer y último movimientos utilizan textos preexistentes asociados a ceremonias fúnebres (una oda de 1686 y una canción de 1649).
En contraste con la seriedad del tema, la cantata es directa y accesible, casi inocente, y contiene varios elementos inusuales y curiosos. El coro inicial es un entretejido de tres elementos disímiles: un coral, tres recitativos para voces solistas (soprano, alto y tenor sucesivamente), y el soporte instrumental independiente (oboes, cuerdas, bajo continuo y un corno apoyando la melodía del coral entonada por las sopranos del coro). Es particularmente interesante observar cómo el acompañamiento instrumental continúa incluso durante los segmentos de recitativo.
Un recitativo de tenor, con una interesante ilustración musical que pone las notas más graves en la palabra «Grabe» (tumba), conduce a una animada aria de contralto, que da la bienvenida a la muerte. La orquestación del aria es inusual: órgano obligado, oboe da caccia y bajo continuo acompañando a la voz. También aquí como en el recitativo anterior, la línea vocal contiene sutiles pinturas de palabras, como la escala cromática descendente sobre la palabra «Plagen» (plagas, problemas).
Sigue un recitativo de soprano con cuerdas, añorando el ingreso al Cielo, que contiene una notable imagen musical sobre la palabra «Flügel» (alas) a cargo de los violines, y termina en forma ascendente con aire interrogatorio.
A continuación, el aria del bajo se despide del mundo. Se abre con las palabras «Gute Nacht» (buenas noches) musicalizadas en forma plácida y algo sombría, que contrastan con el «mundanal tumulto» ilustrado con semicorcheas rápidas y repetidas en las cuerdas. Más pintura de palabras con la escala ascendente sobre «el amado Dios en el Cielo».
El coral final, a cinco voces con las sopranos divididas, no es de Bach sino de Johann Rosenmüller (1620-1684), organista y profesor en la Tomasschule. Consistentemente con el concepto de que la muerte es motivo de regocijo, el coral transiciona a una animada línea en tiempo ternario cuando el texto señala la paz, alegría y felicidad eternas en el Cielo.
Texto completo con traducción al español
Full text with English translation
Partitura
Cantata No. 27, «Wer weiß, wie nahe mir mein Ende?»
Dorothee Mields, soprano – Matthew White, contratenor
Hans Jörg Mammel, tenor – Thomas Bauer, bajo
Collegium Vocale Gent – Philippe Herreweghe